
Por: Vania Morales
Psicóloga / Fundadora
Instituto Interlunio
Actualmente se entiende por trauma a uno o varios acontecimientos repentinos e inesperados, imposibles de manejar, que perturban el bienestar de las personas que lo viven y como consecuencia, estas “pueden” quedar afectadas psicológicamente. EJEMPLOS:
- Estar en una zona de guerra
- Desastres naturales
- Accidentes
- Migraciones
- Violaciones a los derechos humanos
El trauma psicológico es la respuesta de alerta ante estos eventos traumáticos. Las personas los encuentran altamente estresantes ya que, generalmente, estos implican una fuerte amenaza. El trauma psicológico puede causar una amplia gama de síntomas físicos, mentales y emocionales como resultado de la exposición a uno o varios sucesos lo suficientemente intensos como para que sea imposible procesarlos e integrarlos, dejando por ello, una herida duradera.
Por otra parte, hallazgos recientes arrojados por la neuropsicología han permitido entender el trauma como el recuerdo que quedó almacenado de manera disfuncional en las neuroredes de la memoria. El circuito dañado afecta al sistema nervioso, provocando efectos prolongados en la salud física y mental. Si los síntomas persisten y aumentan en gravedad, es un indicador del trastorno de salud mental llamado (TEPT).
Por su parte Martín-Baró, introdujo en 1989 el concepto de trauma psicosocial, refiriéndose a los procesos históricos que pueden dejar afectada a toda una población. La traumatizan, perturbando las relaciones sociales. Este tipo de trauma se expresa en procesos psicosociales con conductas violentas, polarización social, mentira institucional, desconfianza, rigidez, escepticismo y violencia como forma de resolución de conflictos.
Desde un enfoque integrativo y sistémico, se sabe que en el inconsciente colectivo se almacena la información de nuestras vivencias y la de todos los miembros de nuestros grupos de pertenencia. Hechos significativos no reconocidos y eventos traumáticos se repiten en diferentes generaciones. De aquí se originan los conceptos de patrones transgeneracionales, trauma histórico familiar y cultural. Se entiende que cada individuo lleva consigo la información de su historia, tanto personal, familiar como cultural, aunque no la conozca.
Se ha puesto en evidencia que no somos individuos separados, sino parte de un sistema familiar que se extiende a un sistema más grande, como un pueblo, un país, una cultura, una religión y hasta toda la especie humana. Los abordajes con enfoque sistémico y transgeneracional han permitido mirar a la persona, su historia y su contexto como un conjunto y entender las implicaciones inconscientes que hacen que se repitan patrones que la perjudican, tanto a nivel personal, familiar como cultural.
Las metodologías con enfoque integrativo, transpersonal y transgeneracional que ofrecemos en Interlunio son abordajes psicoterapéuticos que permiten mirar muy de cerca cómo tenemos estructurados nuestros vínculos y hacer consciente aquellas dinámicas internas que necesiten ser reconfiguradas, con el fin de encontrar un camino de salud y bienestar.

